Me gustaba darle golpes, a veces se desmoronaba, a veces parecía moverse, o por lo menos eso me hizo creer. Creo que alcance a tumbar algunos ladrillos, pero estos volvieron a su lugar. De pronto comencé a golpearla mas duro, creí que de esa forma la rompería mas fácilmente. Pero resulta que esta pared era muy fuerte. Lleva unos anhos construyéndose y otros tantos fortaleciéndose. Me rindo! Cada vez que intento golpearla de nuevo, termino con sangre en la mano... duele!!! y la culpa es solo mía... la pared no debía ser molestada.
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Learning from difference... as I always do.
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